martes, 29 de abril de 2008

LOTO

"He descubierto algo profundo y luminoso más allá de los conceptos. He intentado comunicarlo con palabras, pero nadie lo entiende.
Por lo tanto, ahora voy a meditar en el bosque, en soledad"

El Buda

jueves, 24 de abril de 2008


El Amor es insensato, no razona.
La Razón busca un beneficio.
El Amor se te declara,
consumiéndose, inmutado.

Sin embargo, en medio del sufrimiento,
el Amor avanza como una rueda de molino,
sencilla y de dura superficie.

Habiendo muerto de interés personal,
lo arriesga todo y pide nada.
El Amor pierde apostando cada regalo
otorgado por Dios.

Sin causa, Dios nos dio el Ser;
sin causa, devuélvelo otra vez.
(Gracias M.)

miércoles, 16 de abril de 2008



En 1994 Emoto tomó unas muestras de agua de una fuente de agua pura en Japón, congeló unas pocas gotas y las examinó bajo un microscopio electrónico y las fotografió. Las fotografías mostraron hermosos hexágonos cristalinos parecidos a copos de nieve. Emoto tomaría entonces agua de un río contaminado, la congeló, fotografió unas gotas y comprobó que la imagen que aparecía en ellas no era un hermoso hexágono sino una forma desestructurada. Es como si el agua fuera sensible al entorno donde se halla.

Emoto nos quiere hacer ver a través de sus investigaciones que el agua no sólo recoge información sino que también es sensible a los sentimientos y a la consciencia. Esa información se hace maravillosamente visible al cristalizarse el agua. Si los cristales de agua se deforman ante cualquier mensaje, voz, sentimiento, música que se transmita en su entorno modificando su misma estructura molecular realmente nos encontramos ante un descubrimiento espectacular porque, entre otras, nuestro cuerpo tiene más de un 60% de agua en su estructura.

El trabajo de Masaru Emoto ha sido publicados en el libro Los Mensajes del Agua.

Video extraido de la película "¿Y tú qué sabes?" (What the bleep do we know?)


viernes, 11 de abril de 2008


Es ya mi aldea
un sueño en un viaje.
Ave de paso.

Lirios, pensad
que se halla de viaje
el que os mira.

No tiene nada
mi choza en primavera.
Lo tiene todo.

Los días lentos se apilan, evocando
un viejo ayer.

Canto lejano de ruiseñor.
El día de hoy también
llega a su ocaso.

Al oscurecerse el monte,
arrebata el granate
a las hojas del arce.



El pasado quedó atrás, el futuro aún no ha llegado, el presente se nos escapa; las cosas cambian continuamente, sin ningún fundamento firme; tantos nombres y palabras confusamente creados por sí mismos, ¿cuál es la utilidad de la vida, que transcurre inútilmente día a día? No retengas tus viejas ideas; no persigas tus nuevas fantasías; sincera e incondicionalmente, indaga y reflexiona en tu interior; indagar y reflexionar, reflexionar e indagar, hasta que llega el momento en ya no son posibles más indagaciones; ése es el momento en que podrás comprender que durante todo tu pasado has estado en el error.

sábado, 5 de abril de 2008

“La verdad es una tierra sin senderos. El hombre no puede acercarse a ella a través de ninguna organización, de ninguna secta, dogma, sacerdote o ritual, ni a través de algún conocimiento filosófico o técnica psicológica. Tiene que encontrarla a través del espejo de las relaciones, a través de los contenidos de su propia mente, de la observación y no a través del análisis intelectual o la disección introspectiva. El hombre ha construido en sí mismo imágenes como una valla de seguridad; religiosas, políticas, personales. Estas se manifiestan en forma de símbolos, ideas, creencias. La carga de estas imágenes domina el pensamiento del hombre, sus relaciones y su vida diaria. Estas imágenes son la causa de nuestros problemas ya que dividen a los hombres. Su percepción de la vida esta moldeada por conceptos ya establecidos en su mente. El contenido de su consciencia es su entera existencia. Este contenido es común en toda la humanidad. La individualidad es el nombre, la forma, la cultura superficial que él adquiere a través de la tradición y el ambiente. La unicidad del hombre no reside en lo superficial sino en la libertad absoluta del contenido de su consciencia, la cuál es común en todos los seres humanos. Así él no es un individuo."
Jiddu Krishnamurti

Vivimos unos por otros, unos con otros, todos para un conjunto que se nos escapa entre los dedos cuando cerramos la mano tratando de apresarlo; nadie para sí mismo, pues que , cuando se mete en su soledad, se siente más que nunca habitado por presencias que son suyas, mas no son él. [...]
Gabriel Celaya