viernes, 23 de noviembre de 2007

GREGORY COLBERT

Yo estaba encerrada en una concha.
Creía que era incapaz de cambiar mi vida.
Luego encontré
la profundidad del mar,
la belleza del cielo,
la libertad de los pájaros,
la fuerza del viento,
la ligereza de las nubes,
la luz del sol,
y sentí que todo eso era yo.

Yo era profunda como el mar,
bella como el cielo,
libre como pájaros,
potente como el viento,
ligera como las nubes,
luminosa como el sol,
y entonces elegí volver a ser lo que era.
.

1 comentario:

Malicia Cool dijo...

Qué bonito. A una conclusión muy parecida llegué yo también hace años cuando estudiaba filosofía griega!! Besos. ¿Qué tal tu viaje? Hablamos!